La terapia de sonido ayuda a los siguientes síntomas:​

​

•  Físico: Dolores físicos generados por malas posturas o hábitos o provocadas por los estados emocionales.

​

• Emocional: se tratan emociones que muchas veces se reprimen de manera inconsciente. Incluso se realiza un trabajo a nivel energético, dependiendo de las necesidades de cada individuo. Por ejemplo, insomnio, estrés, gestión del día a día, etc.

​

• Mental: Se identifican patrones que se repiten de forma negativa con el fin de cambiarlos para una mejor gestión de las emociones.